Los peofesionales siguen buscando formas de mejorar el tratamiento del cáncer de mama, mediante el uso de más medicamentos dirigidos o con cirugías menos extensas. Los resultados de un estudio clínico publicados el mes pasado indican que es posible aún más precisión, en este caso, en lo que respecta al tratamiento con radioterapia tras la cirugía.
Los nuevos hallazgos indican que algunas personas que tuvieron una lumpectomía o una mastectomía por un cáncer de mama diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, pueden omitir sin riesgo la radioterapia dirigida a esos ganglios linfáticos. En particular, los resultados se aplican solo a las personas que respondieron a la quimioterapia administrada antes de la cirugía y que ya no tienen signos de cáncer en los ganglios linfáticos en el momento de la cirugía.
Este tipo de radioterapia se conoce como irradiación ganglionar regional (IGR).
Los objetivos son destruir las células cancerosas que quedan en los ganglios linfáticos y disminuir las probabilidades de que el cáncer vuelva o se disemine a otras partes del cuerpo.
Sin embargo, el uso de la IGR también causa efectos secundarios, incluso una afección potencialmente debilitante llamada linfedema.
En el estudio, no hubo diferencias en la probabilidad de que el cáncer volviera entre las personas que recibieron radioterapia en los ganglios linfáticos y las que no la recibieron. Los resultados iniciales del estudio clínico, que financió el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), se presentaron en diciembre de 2023 en el Simposio de Cáncer de Mama en San Antonio (SABCS).
Desde entonces, “se ha hablado mucho sobre este estudio en la comunidad científica”, afirmó el doctor Abram Recht, radioncólogo especializado en mama del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston, que no participó en el estudio.
Algunos expertos en el tratamiento del cáncer de mama afirmaron que los nuevos resultados deberían cambiar el tratamiento que reciben algunas personas con cáncer de mama. Pero mientras algunos médicos planean dejar de recomendar la IGR a ciertos pacientes por los resultados presentados en San Antonio, otros, incluso el doctor Recht, dicen que quieren analizar más datos antes de cambiar las recomendaciones de tratamiento.
“Será un estudio muy importante para la práctica de radioterapia oncológica”, afirmó el doctor Recht. “[Pero] para mí, es prematuro cambiar lo que hacemos y lo que recomendamos a las personas” antes de disponer de resultados más detallados del estudio.
Saber esos detalles ayudará a los radioncólogos a dar recomendaciones más informadas a las personas con cáncer de mama que se diseminó a los ganglios linfáticos cercanos, comentó la doctora Kilian Salerno, de la División de Radioncología del NCI, que tampoco participó en el estudio. Porque, según explicó la doctora Salerno, hay otros aspectos del cáncer, y de su tratamiento, que también influyen en la probabilidad de que el cáncer vuelva.
“[Por eso,] el beneficio de añadir un tratamiento como la IGR para disminuir aún más el riesgo de la recidiva variará según ese riesgo inicial”, indicó. En conclusión, aún necesitamos personalizar las decisiones sobre la radioterapia.
Fuente: Instituto nacional del cancer
Título original: “¿Pueden algunas personas con cáncer de mama omitir sin riesgo la radioterapia para los ganglios linfáticos? publicada originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer.”
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